La Lección 1 del Evangelio nos enseña que el cristianismo no es solo un conjunto de creencias, sino una relación viva con Jesucristo, quien es el centro de nuestra fe. Para comprender verdaderamente las buenas noticias, primero debemos reconocer nuestra condición de pecado y nuestra necesidad de salvación.
La fe comienza con Jesús
El cristianismo no es solo una filosofía o un código moral — se trata de una persona: Jesucristo.
Juan 14:6 – Jesús es el único camino al Padre. Él es el camino, la verdad y la vida.
Conocer sobre el cristianismo no es lo mismo que conocer a Cristo.
Conocer a Cristo
El Evangelio se resume en Filipenses 2:11 — “Jesucristo es el Señor.”
¿Por qué es Señor? Porque fue encarnado, crucificado, resucitado, ascendió, y volverá.
Hechos 2:38
“Entonces Pedro les dijo: «Arrepiéntanse y sean bautizados cada uno de ustedes en el nombre de Jesucristo para perdón de sus pecados, y recibirán el don del Espíritu Santo.”
La fe en Cristo nos lleva al arrepentimiento, bautismo, perdón de pecados y al Espíritu Santo.
El señorío debe ser declarado
Juan 20:28 – Tomás llama a Jesús “Mi Señor y mi Dios.”
Un cristiano cree, se arrepiente, se bautiza y se rinde completamente.
Si Jesús no es Señor y Dios, entonces nuestra fe no es real — es una fantasía.
Compromiso con Jesús
Anima a tomar estos 4 pasos:
Confiesa tus pecados (de forma específica y honesta).
Recibe la misericordia de Dios con gratitud.
Declara que Jesús es el Señor y comprométete a obedecerlo.
Pide ayuda al Espíritu Santo para permanecer fiel.
Una vez hecho el compromiso:
Conéctate con un pastor.
Únete a una comunidad de fe — “Dios no tiene huérfanos.”
Bautízate (si aún no lo has hecho) — el bautismo fortalece tu compromiso.
Entender las malas noticias: el pecado
No se puede predicar las buenas nuevas sin empezar con las malas noticias.
Romanos 3:23 – “Todos han pecado y están destituidos de la gloria de Dios.”
El pecado nos separa de:
Dios
Nuestro prójimo
La creación
Nosotros mismos
La condición humana
Dios creó al ser humano bueno (Génesis 1).
El hombre eligió el pecado, lo que trajo:
Culpa → Vergüenza → Muerte
Una relación rota con Dios
Isaías 59:2 – “Vuestros pecados han hecho división entre vosotros y vuestro Dios.”
Efesios 2:1 – “Estabais muertos en vuestros delitos y pecados.”