La gracia es el amor y poder de Dios obrando en nosotros para transformarnos a la imagen de Cristo.
No podemos santificarnos por esfuerzo propio; dependemos completamente del Espíritu Santo, quien da la gracia para ser perdonados, redimidos y capacitados para vivir sobria, justa y piadosamente.
Al cooperar con la gracia mediante humildad y obediencia, crecemos en santidad y vivimos como hijos adoptados en la familia de Dios.
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Introducción
La gracia es el medio por el cual crecemos para ser más como Cristo.
El llamado a la santidad, madurez y perfección puede parecer pesado — pero Dios no nos deja solos.
Cristo y el Espíritu Santo están presentes para ayudarnos.
Dios ha provisto medios para recibir gracia: estos medios son los sacramentos.
La gracia es el amor y favor de Dios, y su poder actuando en nosotros y a través de nosotros.
La gracia es el medio por el cual somos santificados.
El mundo enseña automejoramiento centrado en uno mismo, pero el cristiano depende del Espíritu Santo.
El Espíritu Santo es la fuente de toda gracia (Hebreos 10:29).
¿Qué es la gracia?
La Obra del Espíritu Santo en la Gracia
El Espíritu Santo fue derramado abundantemente sobre nosotros (Tito 3:4–6).
La santificación no ocurre por fuerza o esfuerzo humano, sino por el Espíritu (Zacarías 4:6–7).
La gracia nos transforma a la imagen de Cristo.
Propósito de la Gracia
Perdón de pecados.
Redención del poder del pecado.
Sanidad de las heridas del pecado.
Crecimiento en santidad.
La gracia no existe para permitir el pecado, sino para librarnos de él y movernos hacia virtud y buenas obras (Tito 1:11–12).
Cooperación con la Gracia
La gracia inicial es inmerecida — Dios nos ama primero (Romanos 5:8).
Pero el cristiano coopera con la gracia para crecer en gracia.
La cooperación se demuestra en humildad y obediencia.
1 Juan 4:1 — Amamos porque Él nos amó primero.
Gracia en Toda la Vida
La gracia no es solo espiritual: Dios quiere santificar cada área de nuestra vida.
Dios da gracia para trabajar, estudiar, criar hijos y vivir.
Buscamos primero el Reino, y Dios ordena el resto (Mateo 6:33–34).
¿Dios concede gracia solo a los Cristianos?
La Escritura muestra dos tipos de gracia:
1) Gracia común: Bienes que Dios concede a todos (Mateo 5:45).
2) Gracia salvadora: Da salvación, paz con Dios y santificación (Romanos 5:1–2).El que está fuera de Cristo no está en paz con Dios (Efesios 2:3).
Sin conversión y regeneración no se puede amar ni vivir como Cristo.
Identidad y Adopción
Los que están fuera de Cristo son como hijos pródigos: creados por Dios, pero alejados.
Solo en Cristo recibimos el Espíritu de adopción (Romanos 8:15).
En Cristo — somos parte de la familia de Dios.