Esta lección afirma la realidad histórica y teológica de la muerte de Cristo como sacrificio perfecto por los pecados de la humanidad, así como su descenso al Seno de Abraham para liberar a los justos. Explica que su muerte enfrentó los efectos del pecado y cumplió el plan de Dios. También enfatiza la importancia de vivir con temor reverente y obediencia, recordando que la salvación no es automática y que el infierno es una realidad


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El Credo de los Apóstoles

Creo en Dios Padre, 
Todopoderoso,
Creador del cielo y de la tierra. Y en Jesucristo, su único Hijo,
Nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen,
padeció bajo el poder de Poncio Pilato,
fue crucificado, muerto y sepultado,
descendió a los infiernos
,
al tercer día resucitó entre los muertos,
subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios Padre, Todopoderoso.

Desde allí vendrá a juzgar a vivos y a muertos. Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida perdurable.

Amén.

  • La muerte de Cristo fue un hecho histórico bajo el gobierno romano, presidida por Poncio Pilato.

  • Fue ejecutado como un criminal común, golpeado, burlado y crucificado en Gólgota, fuera de los muros de Jerusalén.

  • Murió en su naturaleza humana; su divinidad no murió.

  • La muerte cumplió el plan del Padre: ser sacrificio perfecto por los pecados de la humanidad.

  • Incluso en su humanidad, Cristo sintió temor, pero obedeció la voluntad de Dios.

    5 efectos del pecado que hicieron necesaria su muerte:

    1. El pecado es una ofensa contra Dios.

    2. El pecado contamina el alma.

    3. El pecado forma debilidad.

    4. El pecado requiere castigo.

    5. El pecado nos destierra del Reino de Dios.

“Fue crucificado, muerto y sepultado”

“Descendió a los infiernos”

  • Cristo murió una muerte real y física, enfrentando la misma condición que toda la humanidad.

  • Antes de su resurrección, descendió al Seno de Abraham, donde estaban los justos que murieron con fe antes de Él.

    5 Razones para su descenso:

    1. Tomar todo el castigo por el pecado y hacer expiación completa.

    2. Rescatar a sus amigos (los justos).

    3. Triunfar totalmente sobre el diablo.

    4. Rescatar a los justos del Seno de Abraham y llevarlos al cielo.

    5. Enseñarnos sobre la esperanza en Dios y la realidad de la condenación.

Lecciones sobre la condenación

Cristo salvó a algunos, pero no a todos: los condenados permanecieron en su castigo eterno.

  1. Debemos evitar la presunción de salvación automática; la salvación requiere temor reverente y obediencia.

  2. El infierno es real; debemos procurar acercarnos al Espíritu Santo.

  3. Filipenses 2:12 nos llama a ocuparnos de nuestra salvación “con temor y temblor”.