Traducciones Bíblicas

Evaluando y Empleando las Filosofías de Traducción Dual: Equivalencia Formal vs. Dinámica

Aunque las diferencias entre traducciones a lo largo del espectro son notables, se podría argumentar que la mayoría de las versiones bíblicas (salvo aquellas que descaradamente ignoran la intención original e inspirada) tienen un lugar ya sea en el estudio, la enseñanza o, idealmente, en ambos. No obstante, este ensayo intenta encontrar tanto las fortalezas como las debilidades de dos diferentes filosofías de traducción – la Equivalencia Formal y la Equivalencia Dinámica – y cómo sus productos finales influyen en el trabajo y crecimiento del creyente.

Revisión de Literatura y Conferencias

Equivalencia Formal (NBLA, RVA, LBLA)

En el espectro estrecho pero marcado de las traducciones bíblicas, los textos tratados pueden caer en los extremos de la equivalencia literal o dinámica – o, a menudo, en algún punto intermedio. La traducción de equivalencia formal busca lo primero al preservar la traducción palabra por palabra y la sintaxis gramatical de los manuscritos originales en hebreo y griego sin sacrificar la legibilidad. Al emplear pautas de adhesión más estrictas, traducciones como la NBLA, RVA, y LBLA intentan disminuir la posibilidad de un mal manejo textual y contextual que inadvertidamente pueda crear o reforzar sesgos.

Sin embargo, dicha adhesión a las palabras y estructuras originales produce algunos problemas del lado del lector, como un léxico y sintaxis desactualizados que no solo erigen obstáculos para la alfabetización bíblica, sino que posteriormente inhiben la práctica de la Gran Comisión. Si uno no puede comprender plenamente los conceptos a los que se suscribe, ¿cómo podrá entonces hacer discípulos de otros?

Para los eruditos y predicadores, las traducciones extremadamente fieles les permiten hacer una exégesis adecuada de la Escritura, lo cual reafirma una doctrina sana; pero su aplicación al enseñar o evangelizar puede disuadir a los lectores mediante matices e incomprensión.

Equivalencia Dinámica (NVI, NTV)

A diferencia de sus contrapartes de Equivalencia Formal, las traducciones de Equivalencia Dinámica no se hiperfocalizan en el lenguaje original ni en la estructura gramatical. En cambio, la ambición es proporcionar una Escritura que no sea una traducción literal de los manuscritos antiguos, sino más bien una representación “pensamiento por pensamiento” de la obra del autor original (C. Gieselbach, comunicación personal, 12 de agosto de 2025). En resumen, intenta ofrecer un texto fácil de leer para el creyente contemporáneo al redactar la Escritura de una manera que imite la conversación moderna, de modo que se elimine el matiz y se amplifique la comprensión.

Sin embargo, al reelaborar la Escritura para los consumidores modernos, las versiones de Equivalencia Dinámica, como la NVI y la NTV, anuncian varias complicaciones inadvertidas que tienen consecuencias teológicas.

En primer lugar, una traducción laxa es interpretación con la intención de apaciguar una tendencia o causa específica. Un gran ejemplo de este subproducto se encuentra en los cambios de género neutral de la NIV. Como señala Grudem (2012) en su ensayo Las Ventajas de la Traducción English Standard Version (ESV): “la NVI de 2011 reemplaza palabras específicas de género masculino con términos ‘neutros en cuanto al género’ en muchos casos donde el hebreo o griego original significaba un ser humano masculino (p.21).” Seguramente, estos cambios permiten que un mayor porcentaje de lectores se relacione personalmente con el texto, ¿pero a qué costo?

En segundo lugar y de manera similar, términos teológicos importantes pueden sacrificarse en el altar de la comprensión lectora. Es evidentemente claro que, incluso con acceso perpetuo a diccionarios y tesauros, los lectores pueden rehuir de los textos que contienen palabras fuera de su zona de confort. Por ejemplo, la palabra “propiciación”, aunque intimidante al principio, es teológicamente significativa; por lo tanto, irónicamente, su sustitución por una explicación no es satisfactoria: “Dios presentó a Cristo como un sacrificio de expiación, por medio del derramamiento de su sangre—para ser recibido por la fe (Romanos 3:25, Nueva Versión Internacional) (Grudem, 2012, p.36).”

Conclusión

Existe un lugar tanto para la formal como para la dinámica. Desafortunadamente, hay pocos lugares donde se crucen con gracia. La primera sobresale en adherirse a los textos originales para mantener la inerrancia e infalibilidad bíblica y, por lo tanto, asegurar que se mantenga la ortodoxia cristiana, a costa de la comprensión del lector. La segunda, sin embargo, capitaliza las deficiencias de la primera y presenta una salida pensamiento por pensamiento para transmitir el mensaje general del autor original. La primera es excelente para estudiar la Escritura de manera individual, mientras que la segunda sobresale en educar y discipular a otros creyentes.

Referencias

Gieselbach, C. (2025, 15 de agosto). [Teoría de la Traducción y Métodos Hermenéuticos] [Conferencia].

Grudem, W. (2005). Las ventajas de la traducción ESV. Wayne Grudem.
https://www.waynegrudem.com/wp-content/uploads/2015/02/The-advantages-of-the-ESV.pdf